02 de mayo de 2021 10:00am
Pastor Wesley Menke
Acomponista: Tatiana Thibodeaux
Lector: Aurora Steuer
Editora: Teruni Evans
Prelude:
Saludo
La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sea con ustedes.
Y también contigo.
Oración del día– Prayer of the Day
O God, you give us your Son as the vine apart from whom we cannot live. Nourish our life in his resurrection, that we may bear the fruit of love and know the fullness of your joy, through Jesus Christ, our Savior and Lord, who lives and reigns with you and the Holy Spirit, one God, now and forever.Amen.
Sermón de niños y niñas.
Primera Lectura: Hechos 8:26–40
Lectura del Libro de los Hechos de los Apóstoles
Un ángel del Señor le dijo a Felipe: «Levántate y vete al sur, por el camino de Jerusalén a Gaza.» Este camino pasa por el desierto. Felipe se levantó y se fue; y en el camino se encontró con un hombre de Etiopía. Era un alto funcionario, tesorero de la reina de Etiopía, el cual había ido a Jerusalén a adorar a Dios. Iba de regreso a su país, sentado en su carro y leyendo el libro del profeta Isaías.
El Espíritu le dijo a Felipe: «Ve y acércate a ese carro.» Cuando Felipe se acercó, oyó que el etiope leía el libro de Isaías; entonces le preguntó: —¿Entiende usted lo que está leyendo?
El etiope le contestó: —¿Cómo lo voy a entender, si no hay quien me lo explique?
Y le pidió a Felipe que subiera y se sentara junto a él. La parte de la Escritura que estaba leyendo era ésta:
«Fue llevado como una oveja al matadero;
como un cordero que se queda callado
delante de los que lo trasquilan,
así tampoco abrió él la boca.
Fue humillado, y no se le hizo justicia;
¿quién podrá hablar de su descendencia?
Porque su vida fue arrancada de la tierra.»
El funcionario etiope le preguntó a Felipe: —Dime, por favor, ¿de quién dice esto el profeta: de sí mismo o de algún otro?
Entonces Felipe, tomando como punto de partida el lugar de la Escritura que el etiope leía, le anunció la buena noticia acerca de Jesús. Más tarde, al pasar por un sitio donde había agua, el funcionario dijo: —Aquí hay agua; ¿hay algún inconveniente para que yo sea bautizado?
Entonces mandó parar el carro; y los dos bajaron al agua, y Felipe lo bautizó. Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor se llevó a Felipe, y el funcionario no lo volvió a ver; pero siguió su camino lleno de alegría. Felipe se encontró en Azoto, y pasó de pueblo en pueblo anunciando la buena noticia, hasta llegar a Cesarea.
Palabra del Señor.
Demos gracias a Dios.
Salmo Salmo 22:24–30
24 De ti será mi alabanza en la gran congregación; *
mis votos pagaré delante de los que le temen.
25 Comerán los pobres, y serán saciados,
alabarán al Señor los que le buscan: *
¡Viva su corazón para siempre!
26 Se acordarán y se volverán al Señor todos los confines de la tierra, *
y todas las familias de las naciones delante de ti se inclinan;
27 Porque del Señor es el reino, *
y él rige las naciones.
28 Sólo ante él se postrarán los que duermen en la tierra; *
delante de él doblarán la rodilla todos los que bajan al polvo.
29 Me hará vivir para él; mi descendencia le servirá; *
será contada como suya para siempre.
30 Vendrán y anunciarán al pueblo aún no nacido *
los hechos asombrosos que hizo.
Segunda Lectura: 1 San Juan 4:7–21
Lectura de la Primera Carta de San Juan
Queridos hermanos, debemos amarnos unos a otros, porque el amor viene de Dios. Todo el que ama es hijo de Dios y conoce a Dios. El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. Dios mostró su amor hacia nosotros al enviar a su Hijo único al mundo para que tengamos vida por él. El amor consiste en esto: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo, para que, ofreciéndose en sacrificio, nuestros pecados quedaran perdonados.
Queridos hermanos, si Dios nos ha amado así, nosotros también debemos amarnos unos a otros. A Dios nunca lo ha visto nadie; pero si nos amamos unos a otros, Dios vive en nosotros y su amor se hace realidad en nosotros. La prueba de que nosotros vivimos en Dios y de que él vive en nosotros, es que nos ha dado su Espíritu. Y nosotros mismos hemos visto y declaramos que el Padre envió a su Hijo para salvar al mundo. Cualquiera que reconoce que Jesús es el Hijo de Dios, vive en Dios y Dios en él.
Así hemos llegado a saber y creer que Dios nos ama. Dios es amor, y el que vive en el amor, vive en Dios y Dios en él. De esta manera se hace realidad el amor en nosotros, para que en el día del juicio tengamos confianza; porque nosotros somos en este mundo tal como es Jesucristo. Donde hay amor no hay miedo. Al contrario, el amor perfecto echa fuera el miedo, pues el miedo supone el castigo. Por eso, si alguien tiene miedo, es que no ha llegado a amar perfectamente.
Nosotros amamos porque él nos amó primero. Si alguno dice: «Yo amo a Dios», y al mismo tiempo odia a su hermano, es un mentiroso. Pues si uno no ama a su hermano, a quien ve, tampoco puede amar a Dios, a quien no ve. Jesucristo nos ha dado este mandamiento: que el que ama a Dios, ame también a su hermano.
Palabra del Señor.
Demos gracias a Dios.
Palabra del Señor.
Demos gracias a Dios.
El Santo Evangelio según San Juan 15:1–8
Gloria a ti, Cristo Señor!
Jesús dijo a sus discípulos: —Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el que la cultiva. Si una de mis ramas no da uvas, la corta; pero si da uvas, la poda y la limpia, para que dé más. Ustedes ya están limpios por las palabras que les he dicho. Sigan unidos a mí, como yo sigo unido a ustedes. Una rama no puede dar uvas de sí misma, si no está unida a la vid; de igual manera, ustedes no pueden dar fruto, si no permanecen unidos a mí.
»Yo soy la vid, y ustedes son las ramas. El que permanece unido a mí, y yo unido a él, da mucho fruto; pues sin mí no pueden ustedes hacer nada. El que no permanece unido a mí, será echado fuera y se secará como las ramas que se recogen y se queman en el fuego.
»Si ustedes permanecen unidos a mí, y si permanecen fieles a mis enseñanzas, pidan lo que quieran y se les dará. En esto se muestra la gloria de mi Padre, en que den mucho fruto y lleguen así a ser verdaderos discípulos míos.
El Evangelio del Señor.
Te alabamos, Cristo Señor.
Sermon, Pastor Wesley Menke
Himno del Dia Amor es vida LLC 354
Credo Apostólico
Creo en Dios Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor. Fue concebido por obra del Espíritu Santo y nació de la Virgen María. Padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado. Descendió a los muertos. Al tercer día resucitó subió a los cielos, y está sentado a la diestra del Padre. Volverá para juzgar a los vivos y a los muertos.Creo el Espíritu Santo, la santa iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección del cuerpo, y la vida eterna. Amén
Oración del Pueblo
Hear us, O God.
Your mercy is great.
La paz
La paz del Señor sea siempre con ustedes. Y también contigo.
Himno de la Ofrenda
LLC 357: Brota ya el retoño
**Puedes hacer ofrendas y donaciones través nuestro sitio de internet AQUI.
Oración de ofrenda
God of love, you call us beloved children and welcome us to your table.
Receive our lives and the gifts we offer. Abide with us and send us in service to a suffering world; for the sake of your beloved Child, Jesus Christ. Amen.
Great Thanksgiving*
El Señor sea con ustedes.
Y también contigo.
Levanten los corazones.
Al Señor los elevamos.
Demos gracias al Señor nuestro Dios.
Es justo darle gracias y alabanza.
Plegaria eucarística
LLC 229: Plegaria eucarística para niños
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en el nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.
Santo, santo, santo es el
Padre Nuestro
Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en tentación y líbranos del mal. Porque tuyo es el reino, tuyo es el poder y tuya es la gloria, ahora y siempre. Amén
Invitación a la Comunión
El cuerpo de Cristo, dado por ti.
La sangre de Cristo, derramada por ti.
Oración*
Benedición
El Señor te bendiga y te guarde.
El Señor haga resplandecer su rostro sobre ti y tenga de ti misericordia.
El Señor vuelva hacia ti su rostro y te conceda su paz.
Amén, amén.
May the Lord ever bless you and keep you.
May the face of the Lord shine on you,
and may the Lord enlighten you with ufailing love and with mercy.
May the Lord look upon you with favor and give you peace, give you peace. Amén, amén.
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Sending Hymn The Lord Sends Us Forth ELW 538
Despedida
Vayan en paz. Sea la luz de Cristo.
Demos gracias al Señor.
Postludio: Chopin, Nocturne in C-sharp minor, op. Posthumous.
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